2007-11-08

Carta a Don Cesar Vidal por sus afirmaciones sobre el euskera en el programa del 07 de noviembre de 2007


En relación a las opiniones vertidas en el programa la linterna del 07-11-2007 por su presentador Don Cesar vidal.
No es la primera vez que oigo en su programa, concretamente en la sección dedicada a la cultura, opiniones con las que no estoy de acuerdo y que incluso en ocasiones me resultan hirientes. Nunca por ello me decidí a mandar un correo electrónico pues entendía que eran opiniones y que a pesar de no gustarme eran tan respetables como la mía propia. Ahora me decido al hilo de unas declaraciones tan desafortunadas como erróneas.El día 7 usted habló sobre el vasco (preferible en todo al termino vascuence a pesar de estar ambos recogidos por su diccionario y salvo que tenga otro tipo de connotaciones) y en su speech (permítame el anglicismo) esgrimió que la lengua vasca era una lengua básica y arcaica que ni tan siquiera contenía términos "universales". Para tal fin usó el sustantivo árbol concluyendo que en vasco se dice arbola.
Entiendo que usted debido a su prolífica pluma y a sus horas radiofónicas no tiene tiempo para saber nada sobre la lengua vasca, aunque tenga dos colaboradoras como Doña Gotzone Mora y Doña Carmen Gurrutxaga que podrían haberle avisado del entuerto en el que se iba a meter. Probablemente, sobre el término arbola usted habrá oído el Gernikako arbola y poco más, pero como comunicador reconocido debería haber ahondado un poco más en los paradigmas y horadado en la confusa lengua vasca. Si bien es cierto que la Euskaltzaindia recoge el sustantivo arbola (del castellano árbol que a su vez deriva del latino arbor-is como bien sabe) no es menos cierto que los vascoparlantes utilizamos el término ZUHAITZ para el mismo fin y que arbola solo se usa en algunas partes de Euskal Herria como préstamo. También tenemos Zuhaixka para arbusto que como podrá observar contienen el dígrafo Zu- como lo contempla el sustantivo Zur (madera).Pero es que además los arcaicos vascos tenemos más universales (estará impactado por ello) como ale para cualquier tipo de grano, zori o txori para cualquier tipo de pájaro, barazki para las verduras, gizaki para la humanidad o sineste para las creencias, y muchos otros. Por supuesto existen otros conceptos universales prestados del latín o del castellano, del mismo modo que el castellano lo hace del griego o de las lenguas germanas. Además, como si esto no fuera suficiente, tenemos un sufijo que índica el concepto arbóreo que es -ONDO en ArbendolONDO-almendro (arbendol-almendra), intxaurONDO-nogal (intxaur-nuez), sagarrONDO-manzano (sagar-manzana).... es curioso como a falta de un universal tenemos dos para el mismo fin. Su afirmación es falsa.
Respecto a su segunda afirmación: (quizá no es del todo literal)"El vasco que se enseña esá basado en el batua que es el vizcaíno".Bien, batua significa unido en vasco. El vasco que se estudia ES el batua y no está basado en él. No sólo no está basado en el vizcaíno (sería más concreto variedad occidental pues el vizcaíno no es exclusivo de Vizcaya) sino que el vizcaíno es probablemente la variedad de vasco que más difiere del batua. Nuevo y titánico error. El batua Señor Vidal estaría en todo caso conectado al Guipuzcoano (dialecto central). Su afirmación nuevamente es falsa.
Entiendo que a usted el "vascuence" se la trae al fresco o al pairo si prefiere un término más marítimo, sólo hace falta escuchar como pronuncia el nombre de la señora Ziortza. Una persona como usted que habla en los taxis de Madrid inglés, ruso y hebreo como dijo en el programa con misma fecha y que seguro no tiene problema para decir Shakespeare, Schopenhauer, Schubert y demás, no debería sudar al pronunciar Ziortza con Z como una fricativa dorsoalveolar. Le recomiendo que consulte fuentes antes de hablar sin ningún conocimiento. Del mismo modo que la prudencia me hace mantener el silencio cuando se habla de paradigmas del griego clásico (a pesar de cursar cuatro años la materia), la mesura debería ayudarle a no soflamar cuando desconoce completamente un tema. Para ello, permítame recomendarle a Lakarra, Gorrotxategi o Knörr en materia de filología vasca.
Sin más y sin esperar rectificación de su parte, reciba un cordial saludo.
link del audio de Cesar vidal: http://www.youtube.com/watch?v=WXmTe3JbLLw

2007-11-07

Osteopatía: La concepción holística del ser humano.


Fue a mediados del siglo XIX cuando un médico de guerra norteamericano llamado Andrew Taylor Still dejó sentadas las bases de lo que se daría en llamar osteopatía.
A.T Still nació en Virginia (EE.UU) en 1828. Su padre, pastor metodista, lo inició desde muy joven en la medicina cuando trataban a los indios shawnees. Tras emigrar a Missouri cursa cinco años de ingeniería. Cuenta Still en su libro “la práctica de la osteopatía” como comenzó a notar los beneficios de las manipulaciones. De joven sufría de dolores de cabeza acompañados de nauseas y vómitos. De manera intuitiva posó la nuca en una cuerda que ató a dos árboles y noto inmediatamente una mejora de sus síntomas. Él lo expresó de este modo en su libro:


“Al no saber nada de anatomía por esa época, yo no podía imaginar como una simple cuerda podía calmar así el dolor de cabeza y también el malestar de estómago que le acompañaba. Repetí dicho proceso durante 20 años cada vez que experimentaba aquel dolor de cabeza. Al final comprendí, que suspendía la acción de los nervios occipitales, equilibrando de este modo la articulación arterial y venosa”.

Fue tiempo después al hilo de sus estudios cuando logró curar a pacientes con disentería hemorrágica por medio de manipulaciones manuales y por ello fue reconocido. Abandonó definitivamente los estudios de anatomía y comenzó a experimentar en vivo con sus pacientes. Gracias a sus conocimientos de ingeniería, médicos y de las enseñanzas de los shawnees, Still se percata de la enorme relación entre la estructura y las funciones orgánicas, naciendo de ese modo el concepto de la osteopatía.
Aún hoy en día para muchas personas la osteopatía es una disciplina ajena y oscura, e incluso se equipara a otras técnicas con las que poco o nada tiene en común. A pesar de que algunos terapeutas manuales hablen de ella como de una técnica, debemos observarla más como un concepto, un modo de entender al ser humano y sus funciones, y, sobre todo, entender que el tratamiento osteopático es un tratamiento holístico, esto es: un tratamiento global. A.T. Still lo resumía en su filosofía de la osteopatía de una manera bastante clara:

“El osteópata estima, si razona bien, que orden y salud son inseparables, y mientras el orden exista en todos sus planos, la enfermedad no se puede instaurar (...) La naturaleza es suficientemente maravillosa para exhibir los especímenes de su obra”

“Orden y salud” son inseparables de la misma manera que el ser humano es indisociable de cada una de sus partes o de sus funciones. Es el holismo, la globalidad, el verdadero fundamento de la osteopatía. Orden, repito, es el verdadero concepto que hemos de tener en cuenta para poder entender la osteopatía y su concepto del ser humano.


Los cinco pilares básicos de la osteopatía son:

I. La estructura gobierna la función: Toda alteración funcional viene determinada por una alteración estructural. La estructura es la clave del tratamiento.
II. La ley de la arteria: Todo desarreglo orgánico y visceral proviene de una mala irrigación sanguínea. Nutriendo bien el órgano restauramos su función.
III. La ley del nervio: Todo desarreglo visceral u orgánico puede tener su origen en una interrupción del flujo nervioso debido a una restricción vertebral (disfunción). Devolviendo la función a la vértebra resolveremos el desarreglo.
IV. La ley del todo: Los sistemas del cuerpo no están aislados y no han de ser estudiados de forma analítica (no exclusivamente) y su estudio a de ser interdependiente. (HOLISMO)
V. La ley de la autocuración del cuerpo: (HOMEOSTASIS) El cuerpo dispone de mecanismos para la autocuración si le ayudamos a reestablecer sus funciones.

Por tanto podemos decir que la osteopatía no trata lesiones (entendidas al modo ortopédico) el osteópata trata las disfunciones causantes de dicha lesión, restaurando el orden de la estructura (ósea-visceral-craneal) para que el propio mecanismo homeostático del ser humano resuelva la lesión e instaure un nuevo equilibrio que no permita que la enfermedad se instale.

2007-04-28

Gandalf y las puertas de Moria.


Hace poco releí con fruición El señor de los anillos. Gandalf se confunde en Moria.
"pedo mellon a mino". Habla, amigo, y entra dice, cuando la inscripción reza: "Di amigo y entra". Rebusqué y rebusqué porque no podía comprender como Gandalf podía equivocarse en la traducción del grabado y descubrí la teoría de Helge K. Fauskanger (difundida a través de la red). Trataré de explicarla.
La inscripción de las minas de Moria está escrita en Sindarin. Esta lengua obliga al complemento directo a lenificar su primera consonante como marca propia y el verbo Pedo vale tanto para nuestro verbo hablar como para decir. Por tanto si la inscripción dice: "di amigo y entra", como así parece; debería haber sido escrita de esta manera: "pedo MHellon (o Vellon) a minno" y no "pedo Mellon a minno". El hecho de que no aparezca lenificada da a entender que la función gramatical de mellon=amigo, no es la de un complemento directo sino más bien una especie de función vocativa o exclamativa (Habla (¡oh!) amigo y entra), que es lo que Gandalf realmente interpreta.

La cuestión es que el mecanismo tecnológico de la puerta requiere que la consecución de los sonidos sea M-E-L-L-O-N por lo que si hubieran escrito correctamente la inscripción, esto es: MHELLON, la puerta no se hubiera abierto jamás. (MH se pronuncia V).
Algunos aducen a un error de Tolkien o quizá a que el sindarin de esa región no contemplaba la lenición del complemento directo, pero la verdad es que existe otra versión del dibujo de las puertas de Moria donde Tolkien escribio MHELLON y no MELLON por lo que parece que la inclusión del supuesto error no es tal sino un ardid más del complejo mundo de la Tierra Media.


2007-04-27

Lo que significan para mi los trescientos y otros tantos

Siendo yo aún pequeño, quizá cinco o seis años, mi padre me contó por primera vez la batalla de las Termópilas. Recuerdo que lo hacía cuando tocaba leer algún cuento y no le apetecía lo más mínimo abrir una página. Entonces se sentaba a mi lado y comenzaba a contar historias con un talento para la narración que no he visto superado por nadie a día de hoy. Supe por él quién era Leónidas, quién llevaba por nombre Beowulf, porqué a Aquiles le apodaban "el de los pies ligeros" y porqué yo tenía un tendón que se llamaba como aquel griego lleno de fuego; cuál fue el motivo de que dos mentes tan brillantes como las de Aníbal y Escipión se hicieran añicos la una a la otra cuando juntas hubieran sido invencibles y porqué Arturo Pendragon era tan importante por tener una mesa redonda si yo tenía una igual de redonda en el comedor de mi casa.
Crecí escuchando todas estas historias y creo sinceramente que calaron. Con los años lo hizo sobre todo el concepto de "andreia".
No me gusta observarlo al modo de Calicles, entendiendo la "andreía" como el derecho de los fuertes o la ley natural. Sí, en cambio, otra concepción de la misma que, aunque secundaria, era coetánea a ésta: la de entender la valentía por encima de cualquier otra cosa que no deja crecer al hombre y superarse. Valentía frente a sufrimiento. No sólo hablamos del enemigo externo al que hay que combatir (concepción de Calicles) sino, y sobre todo, a una interiorización del concepto de valentía frente a estados del hombre como el sufrimiento o el miedo que no hacen más que disminuir su capacidad. En ocasiones, aunque la "andreía" parece contraria a las tres virtudes clásicas (mesura, prudencia y justicia), me pregunto si en esta segunda acepción no se reúnen las tres virtudes como intrumentos para llevarla a cabo y transformar el concepto de "andreía" haciendo de éste un elemento aún más poderoso.
La valentía frente a todo lo que nos hace débiles. Qué difícil es ser un misero mortal.

2007-04-26

Que no deje de girar.

Llueve a mares. Es un gran día este 26 de Abril. No entiendo a la gente que no le gusta la lluvia. Odio esos días plomizos en los que nada se mueve y todo permanece inmutable. La lluvia es movimiento, es dinamismo, es cambio. Sucede algo constantemente. Decimos: está lloviendo. Perífrasis verbal que no deja de moverse.
Quizá sea mi futura paternidad lo que me hace ver todo tejido de una fibra distinta. Al fin y al cabo será mi primer hijo y me estoy debatiendo entre la ilusión y el terror a lo desconocido. Mi descendencia... eso sí que es trascendente. De nuevo hay cambio, dinamismo y movimiento.

Steven Pressfield y sus "Puertas de fuego"




Este es mi primer post en el mundo de los "blogs". Espero que todo vaya sobre ruedas y que poco a poco se convierta en un pequeño foro donde poder, no sólo escribir por mí y para mí, sino compartir opiniones.
Hoy dia 26 de Abril acabo de finiquitar un libro que cayó por azar en mis manos: Puertas de Fuego. El autor, tan desconocido como el libro (al menos para mí), es un tal Steven Pressfield.
Me encantan estas novelas. Me gusta llamarlas novelas de tren (sin querer en modo alguno menospreciarlas). Una de esas novelas que te agarran del cuello y no te sueltan hasta la última línea. Cumplen SU OBJETIVO de manera EFICAZ y por eso son simplemente PERFECTAS. Han sido cinco días de lectura agradable inmerso en las filas de Leónidas y sus trescientos y ya que ahora se ha puesto tan de moda por la película, recomiendo el libro a todos los que les guste pasar un buen rato y quieran saber más sobre Esparta.